Page 11 - ROYALTY WITCHES 2

Emma abrió la boca pero justo entonces unos golpecitos rápidos e insis-
tentes sonaron en del salón. Kat notó cómo el pulso se le aceleraba. Miró a
sus compañeras y, a pesar de que cada una tenía los ojos de un color muy
diferente, vio que la sombra que las cubría era exactamente la misma. Kibi-
bi se volvió hacia ellas un momento y Kat vio cómo se mordía el labio hasta
dejarlo blanco. Lilith alargó una mano por encima de la mesa, hacia Kat, y
sus dedos fríos rozaron los suyos. Ese instante de hielo en su piel bastó para
recordarle algo importante. Sí, Kat era una chica que estaba triste por haber
perdido a su amigo pero también era Katsuki Shimizu, bruja royal, la punta
del aquelarre Noreste.
Respiró hondo y se aclaró la garganta.
—Adelante.
La puerta se abrió de un golpe y la luz amarilla del pasillo se coló
por el umbral, donde había una figura quieta pero que vibraba de ex-
citación.
Kat tragó una bola de angustia y alzó su mano.
—Puedes pasar —le dijo.

La figura dio un paso al frente, entró al salón y quedó a la vista de todas.
Era un chico, no muy alto, con la piel tostada por el sol, unos ojos como
rubíes y una enorme e inconfundible mancha roja que dibujaba el acciden-
tado curso de un río desde su brazo izquierdo hasta su mejilla. La marca de
Fuego.

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