Antonio Navarro (Madrid, 1959) pertenece a una generación de autores que irrumpió a fines de los 70 y principios de los 80 en la escena española de la historieta. Como
muchos de sus colegas, compaginó el ejercicio de la historieta con el desempeño de otras
actividades, como la animación y la realización de storyboards para publicidad.
Tras unos primeros tanteos recogidos en fanzines dispersos y en algún álbum
colectivo, sus primeras historietas profesionales aparecieron a principios de los 80 en
la revista Rambla y en su publicación derivada Rampa (que acogía a autores noveles
y donde se curtieron, entre otros, Ángel de la Calle, Federico del Barrio o Joan
Mundet).
En 1986 la revista Más madera publica sus dos primeras series: Radio
Garfio y El perchas. Pero en 1987 imprime un salto cualitativo a su trabajo cuando
empieza a publicar Simone en las páginas de la revista Cairo. Esta obra —que desarrolló
posteriormente en la revista Cimoc y que fue recopilada en álbum en 1990 dentro de la
colección El Muro— le valió el premio Diario de Avisos al mejor dibujante realista
del año 1988.
A principios de los 90 irrumpió en el mercado francés con Les mondes de Luz
(Delcourt). En 1992 dibujó los álbumes La leyenda de Ahau (sobre guion propio) y
El mar dulce (escrito por Miguel Ángel Nieto) para la colección Relatos del Nuevo
Mundo. En 1995 se inspiró en la canción Romance de Curro, el Palmo de Serrat
para componer Por Soleá, un álbum soberbio que disfrutó de una segunda edición
(definitiva) en 2007. En 2005, apareció El tiempo arrebatado, una obra madura,
compleja y ambiciosa. Homónimos ahonda en ese poso de madurez y supone,
13 años después, el reencuentro del público con un autor inquieto, sensible y original.
Antonio Navarro ha recalado en otros campos, especialmente el de la animación.
Ha trabajado para las compañías Hanna-Barbera, Amblimation y Disney, entre otras.
Y es director del largometraje de dibujos animados Los tres reyes magos
(que contaba con Díaz Canales como supervisor de layout).