Darick Robertson tiene una infancia muy complicada, durante la cual no deja de leer cómics mientras su madre le repite continuamente que así no hace más que perder el tiempo.
A los 17 años publica Space Beaver, un cómic creado, escrito y dibujado por él mismo, en una editorial independiente. No tarda mucho en dar el salto a las grandes editoriales, y se introduce en el despiadado mercado de los superhéroes de la mano del tándem Giffen-DeMatteis y su corrosiva Liga de la Justicia Europa. De ellos, mejor que de nadie, aprende a saltarse las normas y a llamar la atención de crítica y público.
Más adelante, Darick consigue entrar en Marvel, sustituye a Mark Bagley como dibujante regular de The New Warriors y en muy poco tiempo encumbra este cómic de superhéroes adolescentes a la categoría de “serie de culto”.
Después de esta etapa continúa en Marvel con números sueltos, pero muy destacables, de Spider-Man y Malibú, hasta que conoce a Warren Ellis y juntos crean la corrosiva serie Transmetropolitan para el sello Vertigo de DC Comics.
A partir de entonces, ha dado rienda suelta a su incontinencia creativa en todas las editoriales que ha podido.