Encajar en la vida es duro, especialmente cuando eres adolescente. El paso de ser un niño a ser un adulto es complicado. Es un impacto difícil de encajar que viene directo, implacable, doloroso e inevitable. CLASE LETALes una historia que empieza en 1987 y que trata precisamente de eso… Un joven que busca su lugar tras perder a sus padres, en un mundo basado en las apariencias. Una búsqueda personal que se ensalza en una escuela de asesinos, cuyos alumnos son jóvenes conflictivos.
La mayoría de estos chicos y chicas buscan venganza, están desequilibrados o proceden de varias generaciones de mafias o cárteles. Lo que está claro es que todos albergan rabia, odio y resentimiento en su interior, pero nadie tanto como Marcus. El único motivo que le mantiene con vida son sus ansias de matar al presidente Reagan, debe pagar por la muerte de sus padres.
Los inicios de Marcus en La Escuela de Artes Letales de King Dominion son crudos, muy crudos. El instituto se divide por bandas, pero el protagonista no encaja en ninguna. Con el paso de los días descubrirá que necesitará amigos si quiere sobrevivir, así que acabará refugiándose junto a los otros alumnos marginados.
El magistral guionista Rick Remender vuelve a sorprendernos con una historia llena de violencia, reflexiones y un sentimiento desesperante por encajar en la sociedad. Una obra que, según sus propias palabras, está basada en algunos fragmentos de su vida adolescente. Posiblemente, estamos ante uno de los cómics más fascinantes del autor, tanto por la trama como por los excelentes diálogos y soliloquios del protagonista.
El excelente guión va acompañado por los espectaculares trazos del cocreador Wes Craig, los atrayentes colores van a cargo de Lee Loughridge y los rótulos y el diseño son obra de Rus Wooton. Estamos ante un cómic excelente en todos los aspectos. Una obra maestra del noveno arte americano. Además, esto solo acaba de empezar…
30 de julio de 2015