En el sexto volumen de Darkness entra un nuevo equipo creativo capitaneado por David Lapham.
Jackie Estacado tiene dos vidas, la de mafioso y la de señor de la oscuridad. Esta extraña dualidad se ha tratado en números anteriores de Darkness, pero nunca como lo hace Lapham en Casa Infernal. Aquí el protagonista no sólo se divide entre la humanidad y la oscuridad, sino directamente entre el bien y el mal. ¿Típico? Quizá sí, pero el guión intenta girar sobre si mismo, intenta sorprendernos, y en algunos momentos lo consigue.
El argumento va de un lado a otro, nos distrae, e incluso nos engaña, pero al final todo tiene sentido. En realidad nos sentimos como Jackie, perdidos y casi indefensos delante de una situación que no comprendemos. Las ilustraciones de Brian Denham, John Lucas y William Walden son espectaculares y abrumadoras, y nos engullen en el caos. Un caos perfectamente orquestado por Lapham. Ellos te meten en la oscuridad, y te desorientan. Y la verdad, no es fácil salir, y sino que se lo digan a Jackie Estacado. Pau Plana
7 de enero de 2008