Nos encontramos en 1520 en Tenochtitlán, Antiguo México. En la época de oro del imperialismo español. El famoso explorador y conquistador Hernán Cortés está en una expedición en los dominios del poderoso emperador Moctezuma. Hernán está acusado por la corona española de estar enriqueciéndose de los tesoros. Y la verdad es que las sospechas son ciertas, aunque el explorador pretende hacer una pequeña jugada para limpiar su imagen mientras sigue enriqueciéndose.
El plan es sencillo, ofrecer el enorme tesoro que alberga Tenochtitlán a España mientras él esconde una parte para su propio beneficio. Aparentemente algo fácil, pero las cosas se complicarán en todos los aspectos… Antes de desencadenarse el caos en esta misteriosa tierra gobernada por los dioses, varios de los hombres de Hernán Cortés deciden hacerse con el tesoro de los aztecas, hecho que provocará a las divinidades. Entre los saqueadores se encuentra Hernando del Royo, nuestro protagonista, un valeroso guerrero que no teme a la muerte. Un soldado poderoso que sufrirá una terrible transformación tras el saqueo del templo donde se escondía el inmenso tesoro.
Tras muchos ataques y complicaciones, Hernando del Royo será el único hombre que quedará en pie. Se quedará vagando en solitud por la vasta y frondosa jungla, esperando enfrentarse y vengarse del dios Txlaka, hijo de las raíces de la poderosa divinidad Oqtal y protector del gran tesoro. Él es el único que puede vencerles tras su misteriosa transformación.
El prolífico guionista Jean Dufaux, autor de La balada de las landas perdidas y de muchas otras obras, nos presenta junto al dibujante Philippe Xavier esta epopeya basada en la historia donde la ambición por el oro y la riqueza se mezcla con la sangre y el misticismo más oscuro. Una novela gráfica integral de los dos primeros tomos del Conquistador, simplemente exquisita.
23 de marzo de 2015