En en los tiempos que hoy corren, con la crisis, no es raro que alguien decida irse a vivir al extranjero para intentar encontrar trabajo sobre aquello en lo que realmente quiere dedicarse. Javi decide irse a vivir a Berlín sin saber nada de alemán con la idea de dibujar tebeos, de encontrar Un trabajo de verdad.
Hay quien tiene la suerte de tener un trabajo de verdad, hay quien tiene la suerte simplemente de tener trabajo, un trabajo fijo, pero un trabajo que no te completa como persona porque no es un trabajo que te apasiona. Es un trabajo que te da de comer, de vivir, poder ir a cenar fuera, incluso tal vez de tener una casa propia, pero hay para quienes esto no es suficiente y tiene el valor de escoger con el corazón. De dejarlo todo y buscar en algún lugar aquello que realmente quieren hacer.
Es por eso mismo, que Alberto Madrigal cuenta su propia historia a través de un alter ego, Javi. De la búsqueda de su propio mundo donde encontrarse a gusto con lo que hace y realiza, luchando contra las dificultades de la cotidianidad. Una decisión difícil de tomar, dejar un trabajo fijo puede parecer un error, pero a veces hay que dejarse guiar por la pasión.
Así es como decide dejar su trabajo de diseñador gráfico en España para irse a vivir a Berlín. Allí vivirá varias dificultades, sólo y sin saber una palabra de alemán, deberá aprender a vivir en un piso que comparte con un alemán un tanto quisquilloso y sobretodo, la búsqueda de dedicarse a lo que siempre había querido.
Los principios en lugares desconocidos no son fáciles y sobretodo intentar que tus dibujos sean reconocidos y valga la pena luchar por ellos. Javi dibujará sin descanso y asistirá al salón del cómic de Angoulême con la idea de mostrar su proyecto. Pero las cosas empiezan a torcerse y si además le ofrecen un trabajo muy bien pagado sin tener que pasar las penurias que tenía que pasar hasta el momento, parece la mejor solución. De ese modo se acomoda al trabajo y al poder vivir de un buen sueldo.
Pero en la capital alemana y en sus viajes hará grandes amigos que le harán recuperar la ilusión en su sueño que parecía algo perdido. Un sueño que tal vez pueda cumplirse si él realmente lo desea y trabaja con empeño sobre ello. Un trabajo de verdad muestra las dificultades y el trabajo que uno ha de realizar para conseguir dedicarse en aquello que realmente desea. Una decisión difícil y arriesgada, pero que muchas veces tiene su recompensa.
2 de diciembre de 2013