El Ala Rota habla de un aparte de la historia, que es desconocida por muchas personas, que son los asesinatos de militares que lucharon en el bando franquista, pero que defendían una España monárquica, asesinatos encargados por el propio régimen franquista. ¿En tu infancia eras consciente de lo que estaba sucediendo o ha sido con posterioridad cuando te has dado cuenta de la importancia de lo que vivió tu madre?
ANTONIO ALTARRIBA (A. A.): De niño no sabía nada, lo he descubierto ahora al escribir esta obra. Todo lo que sabía de mi madre era lo que ella me había contado, que había servido en Capitanía General, lo que para ella era motivo de orgullo, aun con cierta prevención. No le contaba a todo el mundo que había estado sirviendo, porque en la época, estas cuestiones de estatus eran importantes y ser chica de servicio no estaba bien considerado, pero cuando estaba en confianza lo contaba y lo contaba con un cierto orgullo, porque había estado sirviendo en una casa muy importante. Siempre iba con cofia, delantal y con los guates a la hora de servir, el protocolo era muy importante.
Hablando de Juan Bautista Sánchez González, el capitán general con el que le toco servir, lo que ella decía es que era un caballero, que a ella le trato siempre muy bien y que ella quería mucho a los niños, que era de los que más se encargaba, pero que al general, Franco no le gustaba mucho
Cuando empecé a escribir este álbum, busque quien era este señor y recopilando y analizando la información, todos los hilos me llevan a esta conspiración. Es como si la parte más secreta de la historia familiar, que es la de mi madre, fuese al tiempo la historia más secreta de la historia de España, que es la represión que Franco ejerció sobre su propio ejército.
Tenemos la falsa idea de que el bloque franquista era muy monolítico, que todos se adherían incondicionalmente al régimen y que Franco era caudillo incontestado dentro del mando. El descubrimiento de que Franco no se paraba ante ningún tipo de obstáculo que desautorizará, pusiera en peligro su liderazgo o se lo cuestionara, que si existía se lo cargaba, te hace pensar en las sospechas que existen sobre lo que paso en los famosos accidentes de avió de Sanjurjo y Mola, quienes hasta la muerte de Mola eran los militares más representativos de la junta militar que se alza el 18 de julio.
Creo que en la cabeza de ninguno de los militares que se unen al alzamiento, excepto en la de Franco, estaba que aquello iba a acabar en una dictadura militar liderada por Franco. Existía un sector muy amplio, al que pertenecía Juan Bautista Sanchez Gonzalez, que pensaban en una restauración monárquica. La monarquía había desaparecido hacía pocos años y muchos consideraban la restauración de ésta como la mejor opción.
Al ir tirando de los hilos, he ido viendo como Juan Bautista Sánchez González materializaba la parte militar, porque también hay una parte civil, de la conspiración monárquica contra Franco. En un momento determinado, cuando los servicios secretos de Franco, encabezados por Carrero Blanco, se ponen al corriente de los movimientos de este hombre, llega un momento en que se decide pararle.
Esta es la parte histórica que se narra y que creo que para mucha gente va a ser, incluso para gente muy conocedora de la historia de España, un descubrimiento, saber que existió esa represión dentro del propio bando franquista.
Siendo tu padre un anarquista ¿Fue consciente alguna vez de la existencia de los detractores a Franco dentro del propio ejército?
A. A.: Mi padre de estas cosas no tenía ni idea. Sitúo a mi madre en estos vaivenes, en estas reuniones en las que ella aparece, porque me sirve en algunos momentos de la historia para llegar a la gran historia de las conspiraciones políticas, sirve de hilo conductor para entrar en esas reuniones y cuando ella está sirviendo les oímos hablar de los problemas. Pero creo que mi madre, salvo lo que ella contaba de que el general no quería mucho a Franco y que había un cierto movimiento en su casa y recibía mucha gente, no sé si se entero y mi padre, muchísimo menos
De hecho mi padre lo que pensaba, es que este hombre, como todos los militares a los que identificaba con Franco, era un enemigo a evitar y no es que fuera un aliado, pero en cualquier caso, no era un franquista incondicional, al contrario fue tan víctima de Franco como los del otro bando.
Hay muchos personajes reales, Kim a la hora de dibujarlos te has documentado con fotografías de la época u otro material?
JOAQUIM AUBERT (KIM): Alguna foto me ha enviado Antonio, pero a pesar de las fotos a mi me salen los personajes como me salen, es una cosa curiosa, porque no planeo como es un personaje, hago unos dibujos y cuando me gustan me quedo con ellos. Los trabajo un poco hasta que me gusta el resultado
A. A.: Los personajes históricos yo encuentro que si se parecen
KIM: Todos los militares los busque por internet.
Estos generales tuvieron hijos en su día ¿Sabéis si han tenido acceso a esta obra?
KIM: No lo sabemos, pero eso espero, que se mueva algo por esa parte. El libro acaba de salir, pero creo que si llega a los hijos de algún militar de los que aparecen, no creo que se sientan ofendidos, al contrario.
A. A.: He estado buscando, porque muchos de estos militares son militares de tradición familiar, de carrera y va de generación en generación y sé, que hay algún nieto de Juan Bautista Sánchez Gonzalez, que creo que ya está jubilado, pero que hasta hace poco ha estado en el estado mayor del ejército, ha seguido la trayectoria familiar y ha llegado a cargos importantes.
Lo que he podido investigar, lo he hecho a partir de las fuetes documentales, que son pocas y por lo general constituyen rumores, sobre la extraña muerte del general Sanchez Gonzalez y de las hipótesis que nacen de los rumores.
Ayer nos decía Fer, que él había oído que el duelo que refleja la historia había sido en Pedralbes, y que según sus fuentes, en ese duelo el general Grandes había salido herido en un hombro. Hay muchos rumores sobre esto y es la única fuente. Incluso los historiadores militares, que hacen historia del ejército, o no saben o no quieren decirlo, porque al fin y al cabo es un episodio dentro del ejército, que conviene más ocultar.
En algún momento pensé que la única manera de acercarme más a la realidad de los hechos, sería haber contactado con los descendientes, con los familiares del general Sanchez González o del conde de Rousiñada, que también fue muy significado dentro de esta conspiración, y que me contarán desde dentro de la familia lo que se decía de este tema, pero al tiempo me parecía que era un tema tan delicado que no lo hice. Como dice Kim, estamos a la expectativa.
Es real que no te das cuenta de que tu madre tiene afectado un brazo casi hasta el final de su vida, ¿Cómo es posible que lo disimule tan bien?
A. A.: Me entero cuando estaba agonizando y todo el libro surge de este misterio, en el que creo hay dos cosas, la habilidad de mi madre, que hizo que no nos diésemos cuenta, lo que es especialmente escandaloso en mi caso, que compartí vida cotidiana y he estado en sus brazos y no me entere, hasta que estaba a punto de morir y yo ya pasaba de los cuarenta años, y todavía más extraño es lo de mi padre.
Hace poco, se lo comentaba a Kim, estuve en Zaragoza firmando el libro y vino una prima mía, cuya madre vivía aun, tenía 95 años, había conocido a Petra, a mi madre y había leído la entrevista que me habían hecho en el Heraldo y con 95 años y una cabeza muy lúcida, mando a su hija para que le firmase el álbum y se hacía cruces porque no sabía que Petra no podía mover el brazo, decía que ella no se había enterado de nada, que eran amigas, que la frecuento bastante, que tenían bastante complicidad y que no sabía nada.
Creo que la habilidad de mi madre para superar una minusvalía y hacer que no se viera y que funcionalmente tampoco se notase, porque los trabajos que ella hacía, eran muy físicos, hacer la colada, levantar peso, etc., fue muy grande. También habla de la ceguera de los hombres con respecto a las mujeres. Me parecía que era el hecho que podía dar el título simbólicamente al libro
En el libro el lector se olvida de que tu madre tiene el Ala Rota, si bien la idea está presente en todo el libro solo se nombra al principio y al final y el lector es capaz de olvidarse de este hecho ¿Cómo se ha planteado a nivel gráfico?
KIM: Tuve que repasar todos los brazos y se me escapó uno, pero iba dibujando y con cuidado de que siempre estuviese llevando algo o haciendo algo que justificase la posición del brazo, cuando revise todo el dibujo, tuve que corregir alguno, que no estaba totalmente estirado, pero estaba cogiendo algo y tuve que borrar y volver a dibujarlo, pero no fue tan complicado
A. A.: Lo ha hecho con mucha naturalidad, no hay ninguna postura forzada.
KIM: Entiendo que la gente no se diese cuenta. Una persona, que en su vida cotidiana está acostumbrada a realizar las cosas en una determinada postura lo integra de forma natural. Seguramente nadie le pregunto, ¿es que no puedes estirar el brazo?, quizás alguna persona se lo dijo alguna vez. A la hora de dibujarla, se trataba de lo mismo, de hacerlo natural, o estaba haciendo algo o tenía el brazo apoyado
El titulo el Ala Rota cumple no solo con el problema del brazo, sino con la vida de tu madre, una mujer a la que se culpabiliza de niña de la muerte de su madre, un padre que la tira contra el suelo, una hermana que permanentemente la culpa de tener que ocuparse de ella y a pesar de ello cuando su padre enferma es ella quien debe hacerse cargo con absoluta abnegación. Es una mujer que vive para y por lo demás, más allá de lo que se puede esperar de una mujer, por mucho que en aquella época se les enseñase a ser abnegadas ¿Por qué ese nivel de abnegación y dedicación a los demás?
A. A.: Hay un contexto en aquellos años, en el que la función de la mujer es la sumisión, pero también deduzco, aunque tengo poca información de esa parte de la vida de mi madre tan importante, de ese nacimiento tan traumático, con una doble culpa, que está desde el principio y con la que le carga el cura cuando la bautizaron de niña, que viene además de con el pecado original con el de haber traído la muerte, la desgracia. Desde que nace le cargan con la culpa de la religión y la culpa familiar, siendo su propio padre quien la culpa de haber matado a su madre
Creo que también en ella es no solo una cuestión de abnegación, sino es el resultado de cómo vivió ella ese sentimiento de rechazo, ese sentimiento de que al llegar al mundo había matado a su madre, “según dice mi padre, quien no solo no me quiere, sino que además me ha querido matar”. De alguna manera, ese ejercicio de abnegación, era una manera de hacerse aceptar. Ella necesitaba demostrarlo, a pesar de la brutalidad de mi abuelo.
Mi tío Lorenzo , el hermano mayor, que es del que mas anécdotas he contado y del que he sacado la mayor parte de las historias, odiaba a mi abuelo, cuando hablaba de él decía que era una mala bestia, un borracho y contaba lo de la vara con todo lujo de detalles, cuando mi abuelo ya estaba paralitico y como decía a los hermanos, acércate mas y sabían que les iba a pegar, pero le tenían tanto miedo, que a pesar de que estaba paralítico, se acercaban para que les diera, y luego se tapaban, para ver si evitaban parte del golpe. Ella se llevo la peor parte de ese padre y creo que hay mucha brutalidad en este hombre, pero también tiene sus toques de ternura. Creo que mi madre al final le quería.
Es curioso que en toda la historia vemos caras crispadas, enfadadas, pero en Petra, siempre hay un absoluto tono de serenidad, no hay ni un ápice de crispación o enfado en sus gestos, ¿es algo buscado?
KIM: Antonio marcaba en el guión como debía estar cada personaje, debía estar tranquila, relajada, etc. Cuando el padre vive abajo, que el padre tiene la ventanita y ella le cuida y entran los falangistas me describe como ella está tranquila.
A. A.: No lo había pensado, pero es cierto, el recuerdo más vivo que tengo de esto, es cuando nos desahuciaron y tuvimos que salir corriendo de la casa donde vivíamos, recuerdo que mi padre estaba desesperado, quería matar a su socio, pero no era funcional, eso no solucionaba el problema y mi madre fue la que pensó, “mañana donde dormimos” y fue la que lo solucionó en un par de días y creo, que no es solamente el caso de mi madre, creo que muchas mujeres en los momentos de incertidumbre, de crisis, introducen la calma que lo soluciona, por eso al final hago el epílogo, esa especie de metáfora: mi madre, a diferencia de mi padre, que soñaba en volar muy alto y con cambiar el mundo, mi madre con el alita rota y saltando de rama en rama, llego más lejos o por lo menos en la vida práctica lo fue solucionando.
Lo que dices es verdad, porque recuerdo un momento que están riñendo, Florentina con Carlota por poner a la niña a trabajar y a media discusión mi madre dice, ya está hecho el conejo con una sonrisa y las otras dos sorprendidas.
A nivel gráfico no sé si ha sido consciente, pero hay como una dualidad, en la infancia en todo momento refleja dulzura, ternura y se ve como busca el afecto a través de sus actos, como va a buscar a su padre pidiéndole que la quiera, pero no con palabras, sino con actos y cuando es mayor adquiere esa serenidad
KIM: Sale solo, tampoco lo he pensado, pero Antonio me va explicando cada momento, porque Antonio lo describe todo, lo que hay en la sala, lo que sucede y los estados de animo
A. A.: Yo diré en el guion los estados de ánimo, pero cuando vi la página en la que ella entra de pequeñita al estanco por primera vez, me emocione, porque la vi tan guapita, tan indefensa y diciendo ¿sabes quién soy? Ese momento es increíble. Otra escena que me sorprendió y que la quise hacer así, porque ese es el vínculo de los Ordoñez, que lo que más nos une es la palabra, es cuando el abuelo está escribiendo una obra de teatro y le pregunta “¿sabes lo que son las palabras?” y la niña le dice “si, lo que tenemos en la lengua”. Creo y espero no haber heredado otras cosas de este abuelo, pero quizás la vena de cuentista me viene del abuelo
Hay tres hombres en la vida de tu madre, tu abuelo que no es el mejor padre y que maltrata abiertamente a tu madre, tu padre, con quien la relación parece bastante distante y Emilio al final de su vida, que parece ser su verdadero amor, ¿es así? Y ¿seguiste en contacto con Emilio tras el fallecimiento de tu madre?
A. A.: Mi padre siempre dijo que se había casado muy enamorado de mi madre, siempre me decía: “yo me case loco, loco por tu madre”. Pero si lo pones en contexto, mi padre conoce a mi madre después de un largo periodo de desafección y exilio. Vuelve con 40 años, ya es un hombre maduro, después de 14 o 15 años en los que ha estado fuera en el exilio, se tuvo de ir de su casa, dejar a su padre y a su madre, una de las razones por las que vuelve es porque su madre ya ha muerto, la única de la familia a la que él quería, creo que mi padre estaba necesitado de afecto, de cariño y mi madre que era una mujer guapa, que estaba interesada por él.
Creo que mis padres se dan cuenta de que entre ellos no existe gran cosa cuando se producen dos hechos, primero mi padre se tiene que jubilar, deja de trabajar, antes si se iba a las seis de la mañana y volvía a las 10 de la noche, prácticamente no le veíamos, el estaba ausente y yo, que era un poco la empresa común que los unía, me voy de casa porque ya he terminado los estudios y de pronto se quedan los dos cara a cara, se dan cuenta de que no tienen nada en común y llega un punto en que no se aguantan. Recuerdo que trabajando en Vitoria, cuando iba a verlos, notaba que se palpaba en el ambiente, que en la semana que yo había estado fuera, no se habían dirigido la palabra.
Efectivamente creo que en la última época de mi madre en la residencia, quizás fue la época más feliz de su vida. He puesto a Emilio como el hombre que preside esa etapa de su vida, pero lo estuve dando vuelta un tiempo. Las otras tres figuras, son figuras de autoridad, sin embargo, Emilio no creo que fuera para mi madre un hombre de autoridad, era ella la que llevaba la voz cantante y si que algo enamorada estaba, pero sobre todo, estaba encantada de que hubiera alguien que le quisiera de esa manera tan entregada, tan incondicional, que alguien estuviese pendiente de ella.
Cuando murió mi madre deje de frecuentar esa residencia y no mantuve el contacto con Emilio e imagino que debe haber fallecido. La verdad, es que era una situación muy curiosa, porque era como si se invirtieran los papeles, normalmente es el hijo el que se pone nervioso a la hora de presentar el novio o la novia a los padres, si les va a gustar o no, y este hombre, cuando mi madre me lo presenta y cada vez que nos veíamos, el hombre estaba muy nerviosos por ver si yo le daba la aprobación, si me parecía bien que estuviera con mi madre, y me llamaba Don Antonio y por mas que se lo decía, “que no me trate de Don”, no lo conseguí. Después ya no mantuvimos el contacto, le perdí de vista en el entierro de mi madre y no volví a saber más.
¿Esa relación supuso un conflicto en la residencia en la que estaba tu madre, más allá de lo que cuentas en la historia, tomaron mayores represalias contra tu madre?
A. A.: Allí era así. No sé si este régimen se sigue practicando en todas las residencias de esta multinacional que son las hermanitas de los pobres. Si investigas un poco por internet, tienen cerca de 100 residencias repartidas por el mundo y es una de las congregaciones que tienen un patrimonio más amplio. Tienen un régimen interno muy religioso, estrictamente puritano, en el que hombres y mujeres no pueden estar juntos, cuando ven que uno se acerca mucho a otra, les dan un toque y como se comenta en el libro se dieron varios casos de expulsión, porque les habían sorprendido juntos o porque sospechaban.
En su caso, creo que las monjas tenían la mosca detrás de la oreja, pero como mi madre les era tan útil y la veían tan devota y tan entregada, no se si no hicieron la vista gorda y dejaron pasar el tema-
Por una parte me resultaba curioso porque, de un lado mi padre parecía que cada vez lamentaba mas haberse separado, pero mi madre ya pasaba de él, mi madre realmente lo considero muerto, cuando entro en la residencia y dijo para encajar en ese mundo que era viuda, nunca quiso saber nada mas de mi padre. Verles así como adolescentes a Emilio y a mi madre, me generaba mucha ternura.
¿Cual son los nuevos proyectos?
A. A.: Como la saga familiar que llevo con Kim ya se me ha acabado, porque la familia no da para más, ahora estoy empezando con un guión para Keko. No queremos continuar con otro álbum de Yo Asesino, como nos han pedido algunos, porque aunque quedo la trama un tanto abierta, continuar con ello, sería diluir el mensaje. Vamos a hacer una trilogía del yo, después del Yo, Asesino, vendrá el yo loco y después el yo mentiroso, en los que se van a denunciar diferentes imposturas.
31 de mayo de 2016