Ya tenemos aquí el Hunter Killer4, recopilando de los números 10 al 12 de la serie y finalizando lo que en Top Cow llaman primera temporada (y por ahora, todo el material que se ha publicado en Estados Unidos). Un buen momento para revisar esta colección y presentarla a todos aquellos que no la conozcan.
La primera y última palabra que hay que recordar es "conspiración". El argumento tramado por Mark Waid (City of heroes, Flash) es una acumulación de mentira tras mentira en la que la simple pregunta de ¿a quién disparo? puede convertirse en una cuestión realmente peliaguda. El final de la serie dará respuesta -afortunadamente- a muchos de los interrogantes planteados en esta primera temporada, pero como en una buena serie de T.V. creará a su vez muchos más para tenernos debidamente enganchados. Pero vayamos por pasos.
Hunter Killer nos presenta un mundo donde todos los supertipos, aquí llamados ultra sapiens, son fruto de una misma iniciativa científica, el proyecto EE.UU. Estos superseres son en realidad armas de destrucción masiva que diferentes países, bandos y facciones secretas, sueñan en controlar. El problema es que todos los archivos de quién o dónde están estos seres se han perdido y nuestro protagonista, Ellis, un aldeano criado por unos padres sumamente curiosos, es la clave en la búsqueda de esa información perdida. Ellis pasará a formar parte de los Hunter Killer, una organización estadounidense que busca y mata a estos seres, mientras se pregunta qué papel juega en esta gran partida de ajedrez oculta.
Acabado este primer arco argumental, se advierte con claridad que dos son los puntos fuertes de la serie. Por un lado el dibujo de, primero, Marc Silvestri (Witchblade, Darkness, Cyberforce), y más tarde Kenneth Rocafort (Madame Mirage). Aunque, sin duda, el dibujo de Silvestri y en general el estilo Top Cow pueda tener sus detractores, es imposible negarle su espectacularidad y habilidad para expresar gráficamente los potentes personajes femeninos y su enorme carácter. Pero, sobre todo, la serie destaca por el diseño argumental del maestro Waid que avanzará implacablemente para revelar un verdadero puzzle de conspiraciones y medias verdades que trasciende con mucho el comic de superhéroes al uso.
En definitiva un muy entretenido primer arco argumental, realizado con mucho oficio, y que deja con ganas de más. ¿Para cuándo esa segunda temporada, señores de Top Cow? David D. Domínguez.
20 de enero de 2008