ACTUALIDAD

La leyenda de GrimJack

Quizá no conozcan a GrimJack. Sería una lastima porque estarían mucho más seguros en Cynosure. Cynosure es una ciudad peligrosa, es lo que tiene ser un nexo transdimensional donde cada calle se rige por leyes físicas y mágicas diferentes. Y GrimJack es el tipo más duro de la ciudad. Eso seguro.

GrimJack es una serie que First Comics publicó durante los años 80. Una serie devorada absolutamente por dos personajes fascinantes. El primero es GrimJack una explosiva mezcla de soldado de alquiler, detective privado y caballero andante (aunque me cuidaría mucho de decirle esto último a la cara) que destaca por su increíble habilidad en combate, su cinismo y por ser uno de los personajes más malcarados de la historia del cómic.

El segundo personaje principal es la ciudad: Cynosure. Ciudad transdimensional cuya única seña de identidad es la corrupción y la podredumbre a todos los niveles. Ciudad infinita donde se pueden dar todas las tramas posibles y recurso argumental que llena de vida las historias de GrimJack.

Los dos tomos hasta ahora publicados por Norma Editorial recopilan las primeras andanzas de GrimJack, desde su nacimiento como complemento de StarSlayer -el primer tomo- hasta los primeros seis números de su serie regular -en el segundo-. Esto sitúa lo publicado en los alrededores de 1984 y es de vital importancia por dos razones, la primera porque veremos al equipo original de GrimJack: un inspiradísimo John Ostrander, y un Timothy Truman que aunque tenía que dar aún muchos pasos en su carrera como artista, deslumbra en muchas de sus páginas.

La segunda es que este GrimJack es ochentero de la cabeza a los pies. Ochentero por sus colores pop, ochentero por esas composiciones de página que poco tienen que envidiar al Miller de la época, ochentero por esas historias sencillas y llenas de moraleja; ochentero porque en esa década se hicieron grandes historias.

Si se es fan de los superhéroes, de la ciencia ficción, de la fantasía, del género negro o de esos personajes que simplemente dejan huella y últimamente se encuentra desencantado con estos géneros, prueben Grimjack. Los ochenta molan. David D. Domínguez.

26 de enero de 2008