Se está muy sola en el centro de la tierra es una crónica íntima de una lucha contra los problemas de salud mental.
Quizá nunca se haya prestado tanta atención a la salud mental como en el presente, ni de un modo tan abierto y desprejuiciado. Y es posible que tampoco nunca hayan los problemas de este tipo inspirado tanto a los creadores, a veces llevándolos a exponerse ante el público sin tapujos de ningún tipo, a tumba abierta. Se está muy sola en el centro de la tierra, la nueva obra de la artista británica Zoe Thorogood que NORMA Editorial publicará en España el próximo 19 de abril en castellano y en catalán, es un buen ejemplo de ello. Una indagación en la propia intimidad de una honestidad y una crudeza inusuales, con el dibujo como terapia, medio de expresión y tabla de salvación, todo en uno.
Desde las primeras páginas, la autora no oculta que se trata de un ejercicio extremo. “Este libro incluye reflexiones personales y descripciones de intentos de suicidio y autolesión. Aunque espero que sea un consuelo para algunas personas, su contenido puede provocar emociones negativas. Por favor, léelo en un lugar agradable y recuerda que el sol siempre sale todos los días. Gracias”. Y en efecto, nada más arrancar el lector se encuentra con la pulsión suicida de una joven a la que su pareja acaba de abandonar. ¿Quién es ella, cómo se relaciona consigo misma y con los demás? ¿De qué modo saldrá del agujero emocional en el que parece abandonada?
Se está muy sola en el centro de la tierraes la crónica se seis meses de lucha contra los propios demonios interiores, reflejada con múltiples recursos gráficos —tanto en blanco y negro como en color— que van desde las visiones surrealistas a los guiños al universo de Hayao Miyazaki. Todo ello discurre en un torrente de imágenes y palabras que pueden llegar a ser contradictorias y hasta perniciosas, pero que página tras página van arrojando luz sobre los abismos de la ansiedad y la depresión, mientras desvelan aspectos del pasado de la protagonista y de su familia.
Cinco veces candidata al premio Eisner, Thorogood se revela en esta novela gráfica, que ha realizado con tan solo 24 años, como una dibujante total, algo que ya sabían los lectores de una obra anterior como La inevitable ceguera de Billie Scott; pero también en una guionista más que notable, que sabe en cada momento cómo conmover, estremecer o sacar una sonrisa de su público. Y que, más allá de la dimensión íntima de su trabajo, culmina un canto al poder del arte para reflejar nuestras emociones y redimirnos.
27 de marzo de 2024