Todos los grandes eventos comportan unas consecuencias, y la nueva peli de Indy no será menos. El estreno (con sus palomitas), la familia entera al cine, las criticas de los fans, de los expertos, de los que odian el personaje (y el cine en general), los reportajes en los periódicos, la aparición en el telenoticias (y casi en el Diario de Patricia), un blog de cómic que le dedica una semana entera, Norma Editorial que presenta el material de Dark Horse, y un largííííísimo etcétera.
Pero hay algo que hace que el evento llegue a toda la sociedad. Algo muchas veces odiado: la publicidad. Y como resultas de esta, el Merchandising. Camisetas, gorras, relojes, carpetas, apariciones en los Kellogs, y paro porque si no vais a decir (con razón) que sólo sé enumerar.
Muchos de estos productos son malos, feos e innecesarios (aquí no voy a enumerar nada, para no dejar mal a nadie). Pero también hay algunos que son pequeñas perlitas dedicadas no sólo a los fans, sino también al público en general. Aquí va una de mis favoritas.
Estos juguetes daneses, que construyeron (y siguen construyendo) la infancia y la imaginación de muchos chavales (y no tan chavales), hace mucho tiempo que sacaron un línea llamada Lego Adventures, que claramente estaba inspirada en el aventurero del látigo. Y por aquel entonces ya hizo las delicias de todos los fans de la película. Pero ahora, después de presentar líneas como la de nuestro amigo y vecino arácnido, la del señor de la noche, o la de Star Wars, llega la de Indiana Jones. Y yo... me saco el sombrero.
Aquí va el link para que podáis ver todos lo productos que tienen. Que envidia no ser un chavalín, para poder pasarme horas y horas jugando. Aunque reconozco que con unos añitos en mi espalda, no he vencido la tentación, y me he hecho con la caja más pequeña de la colección. Así que mi escritorio está decorado por un bonito sidecar y dos Doctores Jones. Pau Plana
23 de mayo de 2008