En 2009, el salmantino Luis Mendo se fue a Tokio a hacer turismo durante unos meses. Llevaba consigo un cuaderno y una caja de lápices. Con esas herramientas se dedicó a explorar la capital de Japón a través del dibujo. Como un arqueólogo frente a una cultura alienígena, lo que allí descubrió lo dejó fascinado: la gente, las calles, los bares, los templos. La estancia (que en principio iba a reducirse a tres meses) se fue prolongando, y Mendo acabó casándose con una japonesa y convirtiendo Tokio en su nuevo lugar de residencia.
El cambio de domicilio trajo consigo una nueva ocupación, ya que Mendo era diseñador gráfico y se transformó en un ilustrador profesional que a día de hoy trabaja para clientes de todo el mundo. De hecho, este mes presenta con Norma Editorial un proyecto muy especial: Tokio y yo, su primera novela gráfica, que nos brinda su particular visión del universo nipón a través de una veintena de historias cortas, entrelazadas entre sí y de marcado perfil autobiográfico.
Apuntes, conversaciones en bares, confesiones encima del tablero de dibujo, paseos con su hija pequeña, retratos instantáneos de gente que pasa por la calle, observaciones sobre la población japonesa y sus costumbres. Como telón de fondo, la ciudad de Tokio, una urbe inmensa, inabarcable, que choca por sus dimensiones con la mentalidad espacial de Luis Mendo, nacido en una pequeña ciudad de provincias. El objetivo de sus dibujos, en sus propias palabras, es hacer visible lo invisible. Efectivamente, con Tokio y yo visibiliza el pulso e incluso el alma de una ciudad hecha de contrastes.
14 de noviembre de 2023