NORMA Editorial publica la novela gráfica de Martín, Pedragosa y Morata que refleja un momento único de creatividad y conflicto entre dos guerras mundiales
Fueron solo 14 años, pero de esos que bastan para cambiar el rumbo de la Humanidad. La República de Weimar, conocida como un momento de esplendor entre la oscuridad de dos guerras mundiales, no estuvo exenta de conflictos y tensiones de todo tipo, y cabe recordar que llegó a su fin con el ascenso de Adolf Hitler a la jefatura del estado alemán. Ahora, la suma de talentos que forman Txuss Martín, Pau Pedragosa y Rafael Morata han querido plasmar toda la convulsión de aquella época en una novela gráfica titulada Weimar, tiempos inciertos, que ve la luz bajo los auspicios de NORMA Editorial.
Y como la Historia se conoce mejor a través de los personajes singulares, los autores nos presentan a Hans, un exsoldado alemán que despierta con amnesia en la cama de un hospital de campaña, después de la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. El militar se propone rehacer su vida entre recuerdos confusos, empujado a mirar hacia el futuro pero necesitado también de mirar atrás. En este proceso irá tropezando con personajes de la época tan brillantes como el arquitecto Walter Gropius (fundador de la escuela Bauhuaus), los filósofos Ernst Cassirer y Martin Heidegger, el físico Albert Einstein, el compositor Arnold Schönberg, el dramaturgo Bertold Brecht y, por encima de todos, el escritor Thomas Mann, autor de Los Buddenbrook, La muerte en Venecia y, sobre todo, La montaña mágica, novela que en el año 2024 cumplióun siglo desde su primera publicación, con la que Hans tiene una conexión muy especial.
En el prólogo del volumen, que también incluye un epílogocon un dosier de casi 30 páginas con explicaciones extensas y rigurosas sobre las figuras culturales que aparecen en el cómic, los autores explican cómo, tras la caída de cuatro imperios arrastrados por la Primera Guerra Mundial y el declive de los ideales ilustrados, “Weimar extrajo una energía creativa comparable a la de otros momentos estelares de la humanidad como la Atenas de Pericles o la Florencia de los Médici”, explican. “Weimar aspiraba a un mundo nuevo basado en la razón, la democracia y la igualdad más allá de géneros, creencias o etnias”, pero también fue una época “desgarrada entre la esperanza y el miedo, el orden y la revolución, la estabilidad y la crisis económica, la técnica y el arte, o el determinismo y el azar”.
“Un siglo después, nuestro mundo de hoy, emergido en Weimar de la derrota del mundo de ayer, vive en la nueva normalidad una transición llena de incertidumbres”, concluyen los autores. “Comprender Weimar, sus grandezas y sus defectos, nos ayuda no solo a entendernos mejor a nosotros mismos, sino también a construir un mundo de mañana donde ningún Auschwitz vuelva a ser posible”.
17 de enero de 2025