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                                    mando muestras hasta que descubrieron que no estaban solos. %u00bfQui%u00e9n estaba con ellos? Pues Esteban, claro, que los espiaba desde la puerta de la cocina. La mayor%u00eda de los visitantes volvieron a su nave y salieron pitando. %u00bfTodos? No, uno se qued%u00f3 rezagado y, sin querer, sus compa%u00f1eros acabaron dej%u00e1ndolo atr%u00e1s. Pero no os preocup%u00e9is por %u00e9l: Esteban es un ni%u00f1o m%u00e1s que dispuesto a acoger a un visitante tan ins%u00f3lito. Pero no vay%u00e1is a pensar que el cuento se acaba aqu%u00ed, oh, no. Y es que, por mucho que el dalmarciano parezca un d%u00e1lmata... %u00a1no lo es! As%u00ed que es muy probable que no le guste la comida para perros, ni disfrute yendo al parque, ni haga sus necesidades en p%u00fablico, ni se conforme con dormir en el suelo, ni le guste que el resto de perros le olisquee la entrepierna, %u00a1puagh! Visto lo visto, %u00bfpodr%u00e1n Esteban y su invitado superar sus diferencias y convertirse en verdaderos amigos? %u00bfQu%u00e9 pasar%u00eda si los compa%u00f1eros del dalmarciano deciden volver a buscarlo? Todo eso y mucho m%u00e1s lo descubrir%u00e9is leyendo El Dalmarciano, un libro ilustrado que os har%u00e1 ver a los seres humanos (y a las criaturas alien%u00edgenas) de una forma que nunca hubierais imaginado y que surgi%u00f3 de una forma totalmente inesperada. %u00abUn d%u00eda%u00bb, nos cuenta Lucy Ruth Cummins, %u00abestaba sentada de copiloto mientras mi marido conduc%u00eda, y cuando pasamos por una tienda de coches en la ruta 28 pens%u00e9 en la palabra %u201cdalmarciano%u201d. Le dije en voz alta, y dije %u201ccreo que es un libro...%u201d, y puse una nota en el m%u00f3vil. Y as%u00ed es como tuve la inspiraci%u00f3n para esta historia%u00bb.DESCUBRE + ASTRONAVE - OTO%u00d1O 2024 P%u00c1G. 131 // 
                                
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